El objetivo es facilitar a los trabajadores que puedan compaginar la formación y el trabajo, sin coste alguno para la empresa en la que trabaja. El trabajador, dispondrá de 200 horas laborales por año académico para estudiar e ir a clase, siempre que tenga un permiso autorizado y que la formación esté reconocida mediante acreditación oficial incluidos los títulos y certificados de profesionalidad.
La empresa podrá compensar el número de horas del permiso concedido al trabajador, con cargo a su crédito para la formación continua, disponiendo además de un crédito adicional de hasta un 5% respecto de su crédito anual para formación profesional.
Si la suma del crédito anual y del 5% adicional fuese inferior a la cuantía necesaria para financiar el coste de un permiso individual de formación, el crédito adicional se incrementará hasta cubrir la diferencia existente.